Detroit, la ciudad en donde Henry Ford construyó su imperio, es un caso paradigmático para la crítica urbanística. Y no es para menos. Entre 1950 y el 2000 su población paso de tener mas de 1.800.000 habitantes a 950.000. Entre 1978 y 1998 se otorgaron 9.000 permisos de edificación pero a su vez se emitieron 108.000 permisos de demolición. En 1988 no se entregó ningún permiso de edificación. En 1999 se registraban 16.037 casas abandonadas. Detroit se ha transformado así en el paraíso de las construcciones abandonadas.
Son imágenes sobrecogedoras y profundamente evocadoras de un pasado grandioso que hoy se ha transformado en abandono.
Más abajo, está la ciudad en ruinas...
VIA: io9
La grandiosa decadencia
Publicado por
andres moreno nail
on martes, 5 de enero de 2010
etiquetas:
cultura contemporánea,
sociedad y cultura
1 comentarios:
Que macabro la sala del dentista, el sillón se parece al de RP88.
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