Hoy quiero escribir acerca de algo que sé que es posible que no entiendas en una primera lectura. Quiero referirme al por qué NO creo en campañas ecológicas del tipo "La hora de La Tierra" impulsada por la World Wildlife Fund (WWF) para apagar las luces durante una hora en todo el planeta.
Podrá parecer una contradicción pero me considero una persona preocupada por la salud de nuestro planeta y deseo explicarte por qué yo no apagué la luz hoy sábado.
Me pongo a pensar en lo que significa el hecho de apagar durante una hora las luces de mi casa. Reviso la boleta de la electricidad del mes pasado y ésta arroja un consumo de 14 Kilowatts/hora. Esto, si lo llevo a un promedio diario da un resultado de 0,4667 Kilowatts/hora
Si esto lo llevo a un promedio por hora me da como resultado que la casa en la que vivo tiene un gasto por hora promedio de 0,01945 Kilowatts/hora.
En esta casa hay un promedio de 2 luces encendidas de un promedio de 20,5 watts cada una, durante un promedio de 6 horas por noche. Esto quiere decir que el consumo atribuíble a iluminación en una hora (también promedio) es de 0,003417 Kilowatts/hora.
Como podéis ver el consumo en iluminación es una parte marginal en el total del consumo eléctrico, pero, por supuesto, es el más visible.
Y de eso se trata "La hora de La Tierra", montar un espectáculo para mostrarle al mundo lo lindo que se ve el planeta con las fachadas de algunas instituciones a oscuras (sobretodo las que quieren limpiar su imagen) y algunos edificios apagados.
El impacto de apagar luces en nuestras archi-super-iluminadas ciudades es bastante facil de medir debido a lo notorio que resulta la ausencia de luz en un lugar en donde ésta se encuentra presente por todos lados.
Porque, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de CONCIENTIZAR Y EDUCAR a la población acerca del despilfarro energético en el que vivimos TODOS los días?
Me temo que todo este show, no pasa de una propaganda efectista para un problema cuya solución requiere iniciativas mucho mas directas y, por cierto, mucho mas urgentes. El bochorno llega al extremo cuando, al menos en mi país, en un acto que revela la más absoluta ignorancia acerca del problema del calentamiento global, algunas "organizaciones ecologistas" llaman a encender velas...
Para que te informes una vela es casi cien veces menos eficiente que una ampolleta (bombilla) incandescente y más de 300 veces menos eficiente que una luz fluorescente. Si enciendes una vela por cada bombilla que apagas no estarás reduciendo las emisiones de CO2 en absoluto y si enciendes dos velas, incluso, emitirás aún más CO2.
Pero lo más lamentable de iniciativas como esta es que produce el efecto contrario en la población, haciéndoles creer que la solución para la delicadísima salud del planeta pasa por acciones que no requieren de ningún sacrificio y que más aún son teñidas con un aura "cool", para que puedas "ayudar al planeta" sin perder el confort al que estas acostumbrado, porque no me van a pedir que no me duche con agua bien caliente durante media hora, o que no seque mi pelo largo, o que no congele algunos alimentos, o que no use el calientacama durante toda la noche, o que no caliente mi comida en un horno eléctrico, o que no use el aire acondicionado, o que no vea la tele en una pantalla de 40 pulgadas, ¿verdad?
Porque, ¿Qué impacto real tiene el hecho de apagar la luz durante una hora?
Si todo el mundo (6 mil millones de personas) hubiese apagado sus luces este sábado (y claramente no ocurrió así) el ahorro habría sido equivalente a todas las emisiones de gases de efecto invernadero de China durante...¡36 segundos!
Que gran ayuda ¿eh?
Por eso yo te pregunto, ¿qué vas a hacer durante los próximos 25 años para ayudar a minimizar el calentamiento global?
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Por qué no apagué la luz el sábado 28
Publicado por
andres moreno nail
on sábado, 28 de marzo de 2009
etiquetas:
ecología,
sociedad y cultura
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