Marihuana en Argentina

Siempre me han caído bien los argentinos (y qué decir de las argentinas). Me gusta su fútbol, sus "boliches", su yerba (la del mate), su famoso chocolate en ramas, su apego a gozar la vida y, por supuesto, su monumental bife chorizo.
Ahora creo que agregaré su aparato judicial.
Si, porque en un fallo que sienta un importante precedente un par de héroes jueces de la Primera Sala de la Cámara Federal, decidieron sobreseer a dos personas que fueron sorprendidas en su casa con cuatro plantas de cannabis sativa de la variedad "lineo". Cuatro macetas con 75,12 gramos de una de las drogas mas inofensivas famosas, una bolsa de tierra fértil, una lámpara de calor halógena y un rociador, fue lo que la policía encontró en poder de lo que para algunos serían un par de "peligrosísimos delincuentes".


Afortunadamente, Eduardo Freiler y Eduardo Farah, los jueces en cuestión (y espero que no sean cuestionados), dictaminaron que dada "la cantidad y las circunstancias que rodearon el hecho" permiten considerar a los magistrados que "el cultivo o siembra de marihuana encontrada era para consumo personal".
La Cámara consideró que esa situación "no encuadra en una figura penal", dado que la tenencia de las macetas sembradas con marihuana "no afectó ni puso en peligro, siquiera de modo potencial, la salud pública".
Por si esto no fuera poco nuestro par de justicieros declararon la inconstitucionalidad del artículo de la ley de drogas "que reprime la conducta de quien siembre o cultive plantas o semillas utilizables para producir estupefacientes para su propio consumo".
Me encantaría que los señores que dicen velar por la seguridad de nuestras sociedades se den cuenta que medidas como las tomadas por la justicia argentina en este caso no hacen otra cosa que adaptar los usos y costumbres de la sociedad moderna porque, ¿De qué nos sirve una ley que no refleja lo que efectivamente sucede en nuestras culturas contemporáneas y que pareciera hacer eco de la moralidad de unos pocos aferrados a una antigüedad que sólo nos mantiene atrasados y cada ves más lejos del progreso?
Con un pensamiento muy parecido se proscribió el revolucionario pensamiento de Galileo...

VIA: clarín.com