Vegetariano


La foto que puedes ver arriba fue tomada en las calles de la ciudad de Concepción aquí en Chile. A mí me llamó la atención su leyenda que nos invita a hacernos vegetarianos por amor a los animales, un fin muy noble que apela al sentimiento natural que todos tenemos por nuestros hermanos chicos en la escala evolutiva pero que, a mi modo de ver, adolece de un grave error de apreciación que quizá los promotores de esta idea no han podido ver.
Me explico.



Debo decirlo, no soy vegetariano, pero me gustaría mucho serlo. Me preocupa (y me ocupa) lo que como porque, como dice el saber popular, "uno es lo que come" y si me alimento mal, mi salud no estará todo lo bien que podría estar. Así las cosas, trato de comer poca carne porque, si viene cierto no soy vegetariano, eso no me transforma automáticamente en un carnívoro desquiciado que no pueden estar un día sin comer carne.

Mucho se ha hablado de la explotación animal y de las condiciones de vida que llevan aquellos cuyos días terminan en un matadero, que a veces llegan a límites insospechados, llevándose el estandarte de la crueldad animal la industria avícola, porque no me quiero ni acordar de los pobres gansos con los que se hace el muy fino y elegante foie-gras.


Sin embargo, y aquí es donde quería llegar: ¿Quién se acuerda de la explotación vegetal? ¿Ah?
Porque, como dice el cartel de la foto, "no podemos hablar de amor mientras asesinemos a otros seres vivos", ¿cierto?
Y ahí es donde la tesis del vegetarianismo por bondad con "otros seres vivos" se cae y estrepitósamente, porque mis "hermanos vegetales" son tan hermanos míos como mis "hermanos animales", por lo tanto les debo mi respeto (y mi abstención de comérmelos) tanto a unos como a otros.
Porque efectivamente, las plantas y los árboles son seres vivos igual que tú o como yo y negarlo sería parecido a lo que hacían los conquistadores españoles cuando decían que los indígenas "no tenían alma" y por eso se podían esclavizar y matar sin cometer "pecado".
Entonces, vistas así las cosas ¿Qué me va quedando para comer?


Creo que existe un gran peligro cuando uno trata de analizar y a veces solucionar problemas compejos con acciones que no toman en cuenta todas las variables y a todos los actores que están en juego, porque la solución del problema de la explotación animal no pasa porque todo el mundo se transforme en vegetariano porque es imposible. Es tan descabellado como la tesis de querer que todo el mundo deje las drogas para solucionar el problema del narcotráfico. Porque siempre va a haber alguien dispuesto a pagar por un suculento trozo de carne muy jugosa. ¿Y qué tiene de malo? Pues yo creo que nada, porque como sucede en otras áreas tampoco aquí el consumidor tiene la culpa de que quienes lo proveen caigan en malas prácticas ¿O vamos a prohibir el consumo de carne también?
Me encantaría ser vegetariano, pero para mejorar mi salud.
No creo muy viable pensar en que alguien que no siente ningún afecto por los animales se va a transformar de la noche a la mañana en un vegetariano de primera línea por esa razón. Si el mundo tuviera habitantes la mitad de bondadosos como aquellos que dejan de comer carne por su amor a los animales estoy seguro de que problemas como el desarme nuclear, el calentamiento global o el hambre en Africa no existirían, pero lamentablemente, el mundo no es así y pensar de otra forma es no tomar en cuenta todas las variables y a todos los actores que están en juego.

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